miércoles, 28 de noviembre de 2018

Reportaje Biográfico


José Alvear ha dedicado la mitad de su vida a escribir

El creador

de leyendas

Sus cuentos son tan conocidos que se han vuelto parte de la historia arequipeña


José Alvear es el creador de decenas de leyendas de Arequipa


Había pasado cerca de un año desde la primera vez que se conocieron, traía puesta su misma camisa percudida, un pantalón jean antiguo y sus zapatos sin lustrar. Era el medio día de un viernes en el Centro Histórico de Arequipa y ambos habían vuelto a coincidir en la misma situación que se conocieron: en una combi. A simple vista parece una persona humilde, sencilla; pocos lo conocen realmente pero si cuenta una historia suya es fácil de saber reconocerlo. En Arequipa, se han escuchado leyendas sobre sirenas, duendes, curas y más, historias traídas por los españoles en la época de la conquista y que han sido adaptadas a pasajes de nuestra historia y lugares nuestra ciudad.

José Alvear Corimanya es uno de los personajes detrás de estas leyendas. Estas han sido construidas con tal realidad por su pluma, que si uno se encuentra en el lugar donde se desarrolla, hasta podría creérselas. José es un escritor de 64 años, de los cuales, más de la mitad de su vida se ha dedicado a escribir leyendas sobre Arequipa. Él, es recordado por vender sus historias en pequeños folletos a 20 céntimos, pero por ahora se le puede ver a diario vendiendo sus libros en las combis. 

Caminando por algunas calles angostas del distrito de Yanahuara, Alvear nos dirige a la cuarta cuadra de la calle Casa Encantada. En el lugar hay una casa grande hecha de sillar que a simple vista parece deshabitada. Alvear cuenta que en esta casa vivía la familia Montesinos, ellos habían llegado de Lima a fines del siglo XVIII y se compraron esta casa. El padre de la familia era comerciante y viajaba seguido a otras ciudades. En uno de sus viajes llegó a su casa y encontró a su esposa teniendo relaciones con el mayordomo, segado por la traición mató a ambos y los enterró en la cocina. Al pasar de los días notó que las ánimas (fantasmas) de los amantes recorrían por los ambientes de la vivienda y asustado, huyó del lugar.

Esta y otras leyendas comenzaron a contarse en los siglos XVII y XVIII. “Los españoles que llegaron a Arequipa se aprovecharon que las personas de esa época eran ingenuas y trajeron estas historias para generar temor en las personas” dice Alvear. Así comenzaron a contarse historias de sirenas para asustar a los varones, de chinchilicos o duendes para que los mineros no quieran seguir trabajando en las minas, sobre curas para que las personas no incomoden mucho a los sacerdotes y hasta brujas para que las personas tengan miedo de salir a la calle por las noches.

Otra leyenda recordada es la del Cura sin cabeza, Alvear tiene escrita hasta cinco versiones distintas de este personaje, cada una se desarrolla en diferentes lugares como Yanahuara, Uchumayo o la calle Merced del Cercado. “En Yanahuara hubo un sacerdote que era amante de la esposa de un agricultor, un día en una fiesta patronal los vecinos le dijeron al agricultor que buscará a su esposa en la peña y al ir ahí lo encontró teniendo relaciones con el cura”, cuenta Alvear. La historia culmina con la degollación del cura a manos del agricultor quien había usado una cuerda de guitarra para matarlo. A partir de ese momento el cura recorre las calles de Yanahuara buscando a su amada.


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